2 docenas de alcachofas de Tudela
1-2 dientes de ajo
aceite de oliva virgen variedad arbequina de La Catedral de Navarra
PREPARACION
Preparamos un bol con agua fría y disolvemos tres cucharadas de harina.
Para
limpiar las alcachofas empezamos poniéndonos unos guantes de látex, de
lo contrario se nos pondrán las manos negras, y es difícil de sacar esta
suciedad. Cogemos una puntilla (cuchillo pequeño) y vamos quitando las
capas de fuera de la alcachofa hasta encontrarnos con la parte más
amarilla. Luego pelamos la parte exterior del tallo y la parte baja de
la alcachofa. Cortamos la mitad de arriba, reservando la parte baja, y
la partimos por la mitad. Si en el corazón tiene unos pelitos se los
quitamos facilmente con la punta de nuestro cuchillo.
Este trabajo con fotografía lo podéis ver en la receta Alcachofas con Jamón de este blog.
Este trabajo con fotografía lo podéis ver en la receta Alcachofas con Jamón de este blog.
Ponemos
una cazuela con abundante agua fría y otras tres cucharadas de harina,
la disolvemos, y añadimos sal y un chorrito de aceite de oliva. Cuando
este hirviendo introducimos las alcachofas. Bajamos el fuego y dejamos
cocer por espacio de quince a veinte minutos.
Hay que vigilar la cazuela, pues al hervir, y tener harina el agua tendera a desbordarse.
Sacamos las alcachofas a un recipiente con agua bien fría, y reservamos.
De
este modo las podemos tenerlas un par de días en el frigorífico, y
tenemos adelantado el trabajo más engorroso que es el de limpiar y
cocer.
Ponemos una sartén en el fuego, echamos un poco de aceite y uno o dos dientes de ajo picados. Justo cuando empiecen a tomar color añadimos las alcachofas bien escurridas y las salteamos. Que tomen calor y poco más.
Las ponemos en el plato, echamos un chorrito de aceite de oliva virgen y unas escamas de sal.
Sencillo, pero rico y muy saludable.
IDEAS
Dejar las alcachofas un poco al "dente".
Se puede suprimir el ajo si no os va su sabor. En esta receta se trata de conservar todo el sabor de las alcachofas.
Ponemos una sartén en el fuego, echamos un poco de aceite y uno o dos dientes de ajo picados. Justo cuando empiecen a tomar color añadimos las alcachofas bien escurridas y las salteamos. Que tomen calor y poco más.
Las ponemos en el plato, echamos un chorrito de aceite de oliva virgen y unas escamas de sal.
Sencillo, pero rico y muy saludable.
IDEAS
Dejar las alcachofas un poco al "dente".
Se puede suprimir el ajo si no os va su sabor. En esta receta se trata de conservar todo el sabor de las alcachofas.
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