ROSQUILLAS DE LA ABUELA MARINA
Hoy 3 de febrero, día de San Blas, es tradición en La Rioja y otros lugares comer las Rosquillas de San Blas.
En el año 2012 ya hicimos una receta en este blog, y hoy traemos la receta que elaboraba la Sra. Marina Ezquerro, abuela de Rocío, Diego y Daniel, hijos de Yaquelín.
Esperemos que os guste y que la hagáis.
INGREDIENTES
3 huevos
10 cucharadas soperas de azúcar
10 cucharadas soperas de aceite de oliva
ralladura de tres limones
zumo de 1 limón
1 sobre de levadura
1 pizca de bicarbonato
80 ml de anís. Un copa pequeña
750grs de harina de trigo. Según lo que nos pida la masa.
PREPARACION
Separamos las claras de las yemas, y en un bol batimos las claras a punto de nieve con una pizca de sal.
En un bol grande ponemos las claras montadas, y añadimos el azúcar, el aceite, la levadura, el bicarbonato, las yemas, la ralladura y el zumo de limón.
Mezclamos con una lengua pastelera para integrarlos bien. Ahora echamos la harina poco a poco y seguimos mezclando.
Se irá formando una bola. Seguiremos el amasado con las manos y agregando la harina hasta que la masa no se nos pegue en las manos.
Cubrimos el bol con un paño de cocina y dejamos reposar sobre una hora y media.
pasado este tiempo hacemos las rosquillas. Cogemos una porción de masa, hacemos una bola, la estiramos entre las manos, y hacemos un circulo. Lo cerramos con sus extremos, juntándolos bien para que luego no se nos abran al freír. Si se abre alguna tampoco pasa nada.
Las freímos en aceite de oliva caliente. Nosotros al igual que la Sra. Marina hemos puesto las cascara de un huevo en el aceite de freír, pues ella nos decía "que de este modo s¡no se hacia espuma".
Cuando se doren las rosquillas las sacamos sobre un papel absorbente.
IDEAS
El punto de la harina es lo importante de esta receta, pues si nos pasamos nos quedarán muy pastosas y secas. Nosotros como ponemos al comienzo hemos utilizado sobre 700 grs pero todo esto dependerá de el resto de ingredientes y de la masa que utilizemos. Probar, y si la primera vez no os salen bien rectificar.
El punto de anís, a vuestro gusto. Lo que os pida el cuerpo.
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